A veces pienso cosas que no son del todo ordinarias. A veces imagino mundos nuevos y maravillosos. A veces no hace falta, pues los encuentro en tus ojos. A veces invento idiomas que nadie entiende, y que todos comprendemos. A veces me detengo a media calle para observar por las ventanas, y así sentirme parte por un momento de tantas vidas que corren en paralelo. A veces oigo voces que lloran sin saber que son escuchadas. A veces doy abrazos que no se pidieron, pero se necesitaban. A veces me da tanto miedo acercarme. Pero más miedo me da que una vez estando cerca me rechaces.
A veces me duele la mano por escribir tanto en tan poco tiempo. A veces siento que por mis venas corre tinta en lugar de sangre. A veces cierro los ojos para descubrir que el interior de mis párpados está tatuado con tu sonrisa. A veces me pregunto si llora o ríe la Mona Lisa. A veces suspiro sin razón alguna.
A veces me pregunto si soy revolución o retroceso. A veces me pregunto si es que no seré un regreso a lo que fuimos antes de aprender a vivir enmascarados. A veces encuentro mis ideas revolucionarias en las nubes, y en la sopa. A veces quisiera que nos librásemos de techo y ropa, y así sentir en carne viva el frio más intenso, el dolor más grande, el odio más terrible y la pasión más desmedida. A veces me pregunto, ¿qué sucedería? Si mis locuras pudiesen algún día ser realidades, ¿qué pasaría?
A veces, no muy seguido, tengo dudas. A veces pienso que quizá no sea sensato regalar de esta manera una gran parte de mi ser a quien parece merecerlo, y no hacer caso a su poder de destruirme. A veces recuerdo que no es inteligente vivir con tanta vida y derribar tantas barreras. A veces me parece que a mi alrededor el tiempo se detiene. A veces sucede que no pasa nada y que no sé qué hacer. A veces, muy raras veces, doy crédito a las razones por las que los límites existen. A veces me pregunto si mis veces no serán una constante.
Otras veces, cuando el sol y la luna brillan y la ciudad no se detiene, pienso en ti. Es entonces que me invaden las razones por las cuales es mejor sentir. Reír, correr, bailar, cantar, llorar, gritar, vivir. Amar de una manera olvidada de este mundo. Inventar mundos nuevos y compartirlos contigo. Perseguir los sueños y soltar los miedos. Llenar la vida con cariño en cualquier estado, para dejar fuera mis dudas y poder mirarte, sin complicaciones, simplemente como un ser amado.
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